sábado, 6 de junio de 2009

Hace mucho no te veia...

Hola amigo, mucho tiempo sin verte, muchas historias tenemos en comun, recuerdo nuestras peleas, tu llanto, tus penas, tu sonrisa y los momentos en que ambos disfrutamos plenamente la vida.
Ahora te vuelvo a ver, canoso, tu sonrisa ha cambiado, aunque ya no temerosa, sí es menos frecuente, más ácida y ocasionalmente hiriente.
Tu Norte amigo... ¿Donde está?... ¿Estarás tan inconciente del resto que ya no te das cuenta de ti mismo?.. ¿Qué ha pasado?
Si te preguntara si has concretado tus deseos ya sé lo que me contestarias, asi que no lo haré.
Te describo amigo, lograste un buen trabajo, buena condición social, tranquilidad, amigos, hasta mujeres, pero veo en tus ojos que la paz no llena tu corazón. No logras estar bien estando solo o acompañado, te vas en tu cabeza a lugares añorados y no conocidos, viajas de la mano de la mujer más bella y más amada por ti que aún no has tocado. Sueñas lindos sueños de austeridad y cumplicidad con tus hijos y esposa, dias de sol, dias de campo, dias de conversa, comprensión y entrega.
Sé también que te arrepientes de cosas, de tiempos, de actos, de relaciones y de haberlas manejado de una forma inapropiada. Esas mismas personas que has dejado en tu camino generaron un vacío, un mar de preguntas que no has podido responder, te da miedo buscarlas, enfrentar tales vacíos es doloroso, lo sé, para ambos y también para mi, pero trae benefícios a veces insospechados.
Hoy amigo, regreso para darte lo que quieras. Si deseas paz te la doy, si deseas tu vida soñada también te la entrego y si lo que quieres es seguir la senda en la que estás y encontrar las señales que llevarán a tu catedral, entonces dame la mano, te acompañaré y aunque el camino sea tórpido y difícil, llueva o haga tanto calor que te queme la piel, estaré contigo aferrándome a ti.
Quizás preguntas porqué regresé, y porque estas palabras. La respuesta está en nosotros hermano, nuestras vidas son una sola, nuestra historia se cruzó en un momento y desde entonces fuimos uno, porque tu felicidad es la mía y espero que la mía sea tuya, como me has hecho sentir otras veces, y porque sobretodo, es hora de que encuentres lo que buscas, sabes que ya tienes herramientas de sobra, incluso te pesan... amigo... llegará... haz bien las cosas.

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