jueves, 18 de diciembre de 2008

Destino

Una amiga hace poco hizo un comentario que llamó mi atención. Era respecto a una de las premoniciones de Nostradamus. Si se acuerdan el famoso vidente predijo la llegada del Papa negro y con él el inicio de una nueva era para la humanidad. En ese contexto recuerde que Nostradamus realizaba sus premoniciones basado en visiones que se debia interpretar en forma atemporal pues, suponiendo que eran correctas muchas de esas no eran entedidas por él mismo, es asi como por ejemplo avión se describia como pájaro de fuego...
Considerando la interpretación de ilustrados posteriores tanto de forma literal como la prosa o verso de la época, se entiende lo difícil que puede ser precisar hoy lo que este individuo vió hace tanto tiempo... Qué pasa si Nostradamus está en lo correcto e interpretamos que el Papa Negro es Obama (recuerde que el Papa era alguien importantisimo en ese entonces, como es el presidente de USA ahora).
Qué pasa si es cierto? Nostradamus es seco? No.. ese no es el punto... el punto es que si Nostradamus está en lo correcto entonces todo, absolutamente TODO lo que se hizo en la historia de la humanidad condujo a ese momento, y que nada entre esos eventos pudo cambiarlo y por lo tanto podemos asumir también que no existe nada que ya no esté escrito, y que por lo tanto todo lo que hacemos ya está predestinado. Es cierto, nadie sabe lo que nos depara el destino.. pero de cierta forma es fome pensar que todo ya está destinado a ser como es.. que no tendria entonces poder para cambiar lo que estoy destinado a ser o hacer... Asi tendria sentido la frase: "Si es para ser será"... y no hay causa en luchar contra el destino...
Si te conzco lector no es porque quise, o si?.. sino por el destino... o quizás el destino quiso que yo quisiera conocerte?.. pero no amarte o amarte pero no casarme contigo?.. o tenerte mas en estima que mi otro amigo o amiga...
Quizás el destino quiso que leyeras este post, en este blog, en este día y te dieras cuenta que solo una cosa es cierta... sea lo que sea que nos depara el destino, mientras no sepamos lo que es, está en tus manos disfrutar a concho tu vida y no arrepentirte de lo vivido, si el destino y tu asi lo quieren... y si pasara que te aburres o te cansas, o no te gusta tu vida, no te cruces de brazos ni eches la culpa al destino. En una de esas eres tu el que lo escribe.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Tiempo y espacio

Todos los domingos me desdoblo, tengo dos lugares al que ir, el sofá de mi casa y los rincones de mi memoria en los que encuentro mis mejores recuerdos.
Sin el impulso comercial y cultural que motiva la demás gente de mi edad empecé a ver a la serie "Los 80" de canal 13. Reconozco que de los años 80 poco o nada me queda, exceptuando algunas bandas, algunas películas y obviamente muchos recuerdos. La moda, la cultura y el contexto social y político no lo vivi, pues en Brasil mi contexto era otro. Por lo anterior me imaginaba difícil entender y empatizar con esta série que tanto representa a los adultos jovenes actuales.
De la mejor manera cada uno de sus simpáticos personajes fue entrando en mi, no en un proceso conciente. A cada momento Felix, Claudia o sus padres me sorprendian con imagenes de mi pasado... me llevaban a otros tiempos, mejores tiempos.. me identificaba con los hijos, y me proyectaba en los padres.
Bruno soy yo en mi infancia, gordito, sabihondo, plano, observador y crítico... me hace recordar el tiempo perdido... mucha lectura... poca vivencia... Felix es lo opuesto... puro corazón, sentir y vivir, explorar lo expuesto a la vista... y no desde lejos. Claudia es tierna, romantica, cálida, familiar y llena de coraje y energía... lo que sentía al salir de Brasil... de lo que nada queda.
Viendo esta serie he reido y he llorado.. yo.. Mr Ice... en el momento no logro saber el porque pero las imagenes evocan un sentimiento potente.. algo antiguo... lindo... el sentimiento de ser feliz sin cuestionamientos, sin condiciones, sin miedo... porque lo que sentia era nuevo.. era rico.. era único... Antiguamente ese sentir duraba dias... no terminaba al pagar las cuentas, al ir al trabajo o al primer reto de tu jefe o paciente... era incondicional... lo llevabas para todos lados... y se apreciaba
Hoy el cinismo del mundo y de la gente se apoderó de mi, la tendencia a la mania y la neura me juega en contra y aunque "Los 80", ahora me doy cuenta, dejaron los mejores sentimientos en mi, espero salgan a flote nuevamente con el estimulo adecuado... o la persona adecuada... quizás entonces regrese a tales tiempos.
Por ahora... vuelvo.. con esos personajes...

lunes, 22 de septiembre de 2008

Aguante

Recientemente he podido darme cuenta que no soy el único, en vez de consolarme el mal de muchos, me entristece saber lo esquivo que es la verdadera felicidad que llega con la pareja, que la sensación sublime del enamoramiento muchos no la han vivido. Algunos me dicen que no existe, que más importante es la cumplicidad, la satisfacción de lo mediocre, otras me confiesan que nunca su corazón sintió tamaña dicha, que sus relaciones cortas o largas se basan en sentimientos menos profundos, más terrenales, incluso tristes vistos desde afuera.
Ahora veo que cambiaria, y tambien ellos, todo lo que tengo por sentirla, tenerla, por la seguridad de no querer o necesitar nada o nadie más, sabiendo que ya puedo morir habiendome entregado por completo, dejando mi cuerpo, razón y lo material por ella, sin otro fin más que por su felicidad de la cuál es producto la mía.
A los que han sido corrompidos por un mundo que ofrece relaciones superficiales y desechables, a los que se han rendido o a los que, como yo, adquirieron miedo, tras fallar en tan noble búsqueda, les digo que perseveren, que sufran su soledad para apreciar la compañia, que no se resignen a lo ordinario, que valoren la búsqueda y lo buscado, que lo que uno desea tanto se demora más que lo que uno espera, vale las penas del camino y todas las veces que nos hemos perdido, que nos desgasta, nos quiebra, cambia, pero también pule y prepara para ese encuentro, para el momento único en que mi vida encontrará propósito.

domingo, 24 de agosto de 2008

Lo que quiero es la compañia de tu silencio

Preguntas en el aire, me hacen recordar relaciones anteriores y penas actuales, críticas, y aflora mi rabia por una culpa sobredimensionada, el castigo perpétuo que pago por errores del pasado.
Los errores que vinieron de la arrogancia, de la soberbia, de la agresividad y de las entrañas de mi carácter me seguirán juzgando y son ellos los que quiero evitar a futuro; no solo para no herir a mis seres queridos sino porque a veces ya no tolero la crítica constante y el recuerdo permanente de que fui una pareja hiriente, maltratadora, sometedora y despreocupada.
Conociéndome más que el resto (así pensamos todos), sé que mi esencia no es la que la gente recuerda cuando piensa en mi como amante, si como el invariable hombre déspota y controlador, que se impone en fuerza y voluntad.
Si pudiera osar a desear algo más que el perdón de mis errores o que el olvido acalle el recuerdo, desearía una relación normal, conciente, racional y pasional en igual medida y con la ayuda de una cuando lo necesite la otra, sin daño o herdos o al menos sin que nos lo hagamos concientemente.
Los errores cometidos fueron muy buenos profesores, me enseñaron a buscar alguien sereno y paciente, racional, que me conociera, me aceptara con límites, que juntos inventáramos algo que ambos no hubiéramos experenciado, que eso fuera único y como tal vieramos algo perfecto en su imperfección, como debieramos ser juntos más que separados.
No quisiera las peleas por pequeñeces, ni los gritos por nada, no deseo el silencio que otorga sin cuestionar sea por amor o por miedo, éste último me aterroriza y me entristece profundamente. Quiero diálogo sin miedo a consecuencias o represalias, quiero afecto, preocupación, madurez, inteligencia emocional para los pocos momentos en que hay que callar y conceder, y voluntad, confianza y tino cuándo hubiera que criticar o cuándo el disgusto sea mayor que el placer de mi compañia.
Proyecto mi pareja en mi, yo en ambos y ambos diariamente.
La interacción que resulta de dos personas es algo imprevisible en realidad, es independiente, tiene vida y amor propio, como tal nace, vive y muere según sus leyes, lo único que nos queda es respetarnos, querernos, amarnos sin lenvantar barreras físicas, psicologicas, emocionales... comunicacionales.
Teniendo claro que algunas relaciones son más fáciles que otras y no por eso mejores o peores, solo espero que esto, que es único en el tiempo por su carácter voluble, sea bueno mientras dure (dias, años, siempre) y que aún en silencio te sienta mía, o yo en mis actos y vícios sea tuyo, y juntos nos "sublimemos" con lo que produzcamos ambos.

EnJuicio

Piensas que nadie te entiende, que quizás nadie lo hará, que tus inseguridades y lo que duele no se compara al daño que hiciste. Lo que sufriste y el daño recibido pasan desapercibidos a los ojos del oponente herido y dolido.. es esperable... Sin embargo nadie me preparó para sentir las ganas de gritar a los que me enjuician... gritarles que no siempre las cosas son como se ven o se sienten... que la justicia es una convención... que todo se ve según su prisma.... y que la audiencia, también parcial, juzga con mayor frialdad al no ser parte del problema o su solución... ella es incluso más dura, menos comprometida, se siente imparcial por la distancia, cruel... pero se equivoca si cree que sus juicios son más acertados o menos dañinos... son lo que son... juicios.. y como tal... sentidos por los reos como un veredicto, quizás más duro al sentirlo de un cercano, no empático y no familiarizado con la simbiosis única de cada pareja, sesgados por las experiencias, covencionismos y creencias propias, pocas veces extrapolables.... Lo que quiero es ayuda, construtivismo, la crítica de un sacerdote que equilibra perdón y castigo y que no te mata la esperanza de volver a confiar en un amigo, que te juzgó, sentenció, hizo una imagen parcial, incompleta y no verdadera de ti....
Como reo y juez decido mi pena...no sé si es severa... pero duele y me recuerda mis errores.... bastante... mis amigos, a los que no quiero juzgar, espero aprendan de mis errores... de los suyos aprenderé yo.... y la que me quiera y pueda me reformará e insertará en la sociedad... ya sin culpa o crimen que pagar.

miércoles, 30 de julio de 2008

Ella me pide que le escriba...

Ella me pide que le escriba, que la recuerde, que la haga saber que la extraño a distancia o que es importante para mí. En mi cabeza y corazón no es necesario, no porque no la quiera o no la extrañe, la nostalgia es continua, el recuerdo constante, y por lo tanto el sentimiento no aflora, pues la tengo siempre conmigo.

Empecé a quererla como amiga, una relación intensa y completa, con la inocencia y cobardía típicas de la adolescencia tardía de la cuál fui víctima (o simplemente producto). Sin embargo el tiempo, y la experiencia (lo que queda de nuestros intentos frustrados de éxito), me enseñaron a valorar lo hermoso en ella, también ahí fallé, me perdí y también a ella, la quise, me quiso, nos recuperamos, pero entonces fue su turno de perderme, quizás daño acumulado te deje cicatrices realmente, en mi caso el daño hacia ella fue grande, vergonzoso e imperdonable, el de ella solo daño.

Ahora la quiero, es mi vida, entre idas y venidas creo que ya nos acostumbramos a como somos, con vicios y virtudes y con la idea de seguir apoyándonos, queriéndonos y no confundiéndonos.

Alguna vez escuché la teoría de que todos tenemos 9 almas gemelas distribuidas por el mundo, cada una con determinados rasgos de nuestra personalidad y físico, nos las encontramos por la vida y algunas veces las retenemos porque obviamente nos sentimos cómodos con ellas.

Muy bien, eres mi alma gemela, quizás no la románticamente destinada a mi, pero la que está a mi lado cuándo necesito, la que consulto y a la que acudo cuando necesito ayuda, la que recuerdo y está en mis pensamientos diariamente y a la que dedico estas palabras.

Eres mi alma amada, mi lado confuso y distraído, mi saciedad e incongruencia, lo que en mi se extraña desde afuera y lo que una vez guardé en mi centro y salió por otro para no volver jamás.

No tengo palabras para ti, escritas o habladas, no me las pida, porque siempre estarás conmigo, eres parte mía, y no hablo tanto de mi mismo.

Espero el beso...

Hace algunos días leía un extracto de biografía que me causó pena y familiaridad, ciertamente también alivio al descubrir que las experiencias se comparten para que podamos aprender de otros. Contaba el escritor que una sola vez pudo besar abrazado por la pasión, en el instante en que se juntan los amantes y sus corazones, libertad y entrega, amor, pasión y lujuria. Antes y después recordaba solamente momentos y besos lindos e igualmente fatuos, productos de la normal atracción entre parejas, empequeñecidos por aquél momento. Él perseguía esa sublime entrega y excitación máxima que se produce con el suave roce de cuatro labios, dos personas y un momento único y quizás irrepetible.

Yo siento lo mismo que el escritor, perseguía ese momento tan efímero como el recuerdo de este texto, la esperanza del encuentro de cuatro labios herméticos y perfectos hechos para encontrarse en se momento se desvanecía a cada nuevo encuentro de los míos con los incongruentes de tantas; mi boca me lo hacia saber.

En eso pensaba, tristemente, cuando abrí los ojos y la vi, la reconocí. Sentí que desde ese momento su imagen no dejaría mi retina. Sus movimientos cuál coreografía de ballet eran incorporados a mis sentidos, lentamente me enseñaban lo que logran músculos y tendones combinados con cinética. Sonrisa delicada, mirada decidida y la economía al hablar realzan la primera reacción química que hace tiempo esperaba. Me encanto, me ilusiono, me debato entre la seguridad de la contemplación a distancia y la inseguridad de la cercanía y un posible rechazo, desencanto y resignación. Me adelanto a mis pasos y ya contemplo efecto sin causa. Me acobardo, pero el destino es sabio o más cómodo pensar que algo me ayuda. No logro esquivar mi mirada y ella se mueve hacia mi, absorto en mis sueños la veo moviéndose POR mi.

Logro despertar y a distancia de conversación me lanzo con el ímpetu que solo tenemos los enamorados, esa arma de doble filo tan dañina como temeraria. Salen palabras, ella saca una mueca de sonrisa y yo otra de rubor; empate. Cambio de estrategia, un buen ataque es la mejor defensa- ¿O sería al revés?- estimulo la conversación, intento mantenerla falsamente espontánea e igualmente estimulante, al parecer empiezo a ganar por puntos, todo se desarrolla en forma fluida, me siento un ganador... hasta el primer gancho de derecha - Rodrigo ha sido muy entretenida la conversación, pero se hace tarde y debo irme-Disimulando mi pena intento demostrar fuerza y aplomo mientras el árbitro inicia el conteo. Intento agarrarme de las cuerdas, sacudo la cabeza y tambaleando junto rodillas para no caer nuevamente, le pregunto cuando volverá y ella indecisa contesta en una semana, suena la chicharra, se termina el primer asalto.

Sentado y analizándolo más fríamente creo que aunque a los ojos públicos salí derrotado en mi corazón aún tengo la fuerza del corazón de un luchador enamorado. Pienso en Adrien y escucho la canción de Rocky.... ta ta ta.... ta ta ta... ta ta ta... ta ta ta ta ta. Mientras una horrible mujer desfila por el ring con un cartel con el número dos pienso....- a recuperarse para el segundo asalto.

martes, 22 de julio de 2008

Mirageman

Aburrido le digo que lo suyo es un dolor pasajero, con un toque de antiinflamatorios y otro de paciencia se pasará.
- ¿Y esos antiinflamatorios no hacen nada con mis pastillas, doctor?
- No, tranquilo, no se preocupe.
- Doctor y pensar que antes andaba en la calle... me creía policía doctor.¿ Puedes creer?
- En realidad no Don José. Oiga y..¿Atrapaste algún maleante? - Digo en tono burlón.
- No doctor. Yo usaba otra táctica. Tomaba y fumaba con ellos para sacarles información.

El doctor a veces se ríe con su paciente.

domingo, 20 de julio de 2008

Invierno

Camino y pienso que eres de piel y yo de frío, nos llevamos bien por nuestra capacidad de entablar conversación, razón y pensamiento.

- ¡Preferiría un abrazo! – me dices.

- A mi me encantan los abrazos.

- Entonces porque no me das uno?

- A su tiempo. Mejores son cuándo salen espontáneamente.

La espontaneidad auto impuesta no es espontaneidad siquiera, es porfía, no dejarse caer en la “cursería” del afecto, del roce.

- Me cuesta entregarme hasta en las pequeñas cosas, como un abrazo, lo encuentro tonto, hasta me doy lástima.- le digo.

- Si te caché en la primera, sabes poner muy bien tus barreras.

Tiene sentido, ahora que lo pienso, también me doy cuenta que mi interlocutora es perceptiva, sagaz, rápida y muy humilde, casi al borde de la inseguridad, pero puedo estar equivocado.

- Hemos llegado, ojala te vea pronto, si tus estudios lo permiten.

Llega un olor dulce, proviene del abrazo, un ansiado momento de contacto; una caricia aceptada como corriente en cualquier relación que se establezca, me siento seguro, empero no me entrego.

Me despido, pienso en lo simple de todo eso y lo extraño.

Geisha

Miro una carita en medio de la multitud, me muevo con el serpenteo del carro del metro, ella con los latigazos de la cola. Quedo atrapado. Su mirada se cruza con la mía... una fracción de segundo basta para iniciar la reacción en cadena que lleva al rubor, pero soy orgulloso y resisto, ella aparentemente pierde interés, sus ojos abandonan los míos, la platea es indiferente a nuestra relación, hubiera preferido manifestaciones de apoyo... no pueden evitar apreciar esa belleza delicada, simple y diáfana; piel frágil, gestos impolutos, contexto imperfecto contrasta y acentua llevándola a perfección. ¿Cómo se gesta tal belleza?¿Qué genes fueron escogidos con tanta precisión?¿Quién le enseñó gestos como esos?

Bailando se dirige a la puerta y los que comprenden lo que tienen frente a sus ojos, prefieren no tocarla, no contaminar algo único, sublime.

Me deja cuál geisha, hizo lo suyo, deja su imagen en mi, su perfumen en el aire y la esperanza de verla en otro carro, otro día, y ojalá otra suerte.

sábado, 14 de junio de 2008

Noticia

Sentada me mira buscando una respuesta, entre mis gestos y mi mirada arrogante. Luego de analizar y revolver mis pensamientos, suprimir las ganas de que el diagnóstico salga como un veredicto, le digo que está embarazada.

Está sola la madre la espera al otro lado de la puerta roja con pintura vieja y descascarada. En ese momento esa es la barrera entre su privacidad, su nuevo secreto y el asomo de vergüenza, retos y temible distanciamiento. Me mira desconcertada, quizás ofendida, su reacción refleja es la de protegerse decir que no es cierto, que me equivoqué o que el examen no puede estar correcto.

- ¿Pero cómo? Si lo hicimos una sola vez. Y puros cariñitos nomás…

- A veces pasa Katerin. Con una es suficiente.

- ¿Y ahora qué hago?

- Depende… de lo que quieras, a tu edad no es fácil asumir esto sola, sé que tu madre está afuera, no sé qué tipo de relación es la que tienes con ella pero si sé qué independiente de lo que pase te apoyará, quizás se enojará contigo al principio, y creo que tendrás que entenderla primero a ella para que ella pueda entenderte después a ti, pero a la larga necesitas alguien que te apoye.

- Mi padre me va a matar. ¿Y el colegio?

Pensando e intentando asimilar la noticia que recién le entregué, miles de conexiones descargando al mismo tiempo le impiden concentrarse en cualquier cosa que le diga a continuación. La miro, sus ojos buscan un punto donde fijarse en los rincones de la sala de consulta… no lo logra y al cruzarse con los míos se desvían y por un instante quieren volver a conectarse, tampoco lo logran.

Pienso egoístamente que me atraso en mi horario establecido para atender la avasallante demanda de atención impuesta por el sistema, ella mira hacia adentro ahora y llora, su mundo ha cambiado y si logra sortear los riesgos de un embarazo a tan temprana edad, habrá cambiado para siempre y en tantos sentidos que no puede dimensionar ahora. No todo es malo, pero ya mucho se ha perdido. La inocencia que no fue robada en un acto, más bien está en el acto mismo, ahora es usurpada brutalmente por un examen y un hombre en traje blanco con cara de niño.

Un hombre con cara desconocida, que no reacciona y por inercia sigue llenando papeles de futuros exámenes, medicamentos y consultas que deberá tener en los próximos meses, piensa que hace lo mejor por la salud de ambos; es una forma de mitigar el hecho de que no hace nada por ella más que causar dolor y no buscar confortarla mientras se seca por dentro y se humedece por fuera. Algunos dirán que debe pasar por esta fase del duelo y como tal sufrir el choque y la negación; otros piensan que habrá que contenerla. Yo dejo que su conciencia sea su consejera, y que sin conocer a alguien estimar cualquier conducta en esta situación es arrogancia y presunción, rótulo del galeno por excelencia.

Lentamente se repone, entre sollozos me dice que no quiere que su madre sepa. Yo no puedo negarme, aún siendo joven, menor de edad, y estando desconsolada lo que pasa es de ella y solo suyo, médico, madre, o el consejo ético en pleno no me pueden obligar a prevalecer sobre su decisión de privacidad. Para ambas tranquilidades solo le pido que vuelva en una semana, le deseo de corazón que se sobreponga a este evento, que me busque en cualquier ocasión si me necesita y que intente buscar la mejor forma y situación para decirlo a su madre - ojala con testigos – una margarita infantil se asoma y me trae pena.

Papeles en mano se retira y mecánicamente dice gracias. El falso “doctor” piensa que un segundo hijo en dos años y a los dieciocho años no es fácil de asumir, pero aparentemente sí de hacer. Suspira… toma aire… - El próximo.

domingo, 8 de junio de 2008

Perfexión

¿Qué me hace pensar que soy mejor que los demás?

Soy médico y debo infelizmente creerme el cuento… la mayor parte del tiempo, involuntariamente, tiendo a pensar que soy mejor, más ducho, o que al menos en una situación dada yo podría tomar una mejor decisión o actuar mejor que otros con una arrogancia que no tolero. Al pensarlo desecho el orgullo y por suerte la humildad aflora y supera, pero el pensamiento no deja de existir… aminora.
Esto también se aplica en otras instancias como al momento de escoger pareja, en este caso menos, aunque a veces me siento en ventaja, en la posición de criticar... ¡Insólito! Irreal, estúpido y arrogante.
Al mismo tiempo y casi contradictoriamente me considero feo, desgarbado, no me preocupo demasiado de mi apariencia, sin describir acá la montonera de defectos, pifias y complejos... Y sin embargo repito me siento en la posición de criticar.
Me he fijado que, en mi pareja, busco los detalles que en mi encuentro feos... algo así como el equilibrio, mi yang. Por "anticoincidencia" también encuentro lindo y tierno detalles que la mayor parte del tiempo, las mujeres detestan en si mismas... vaya a saber porque (tarea para la casa).
La cosa es que debo incorporar de una vez por todas, que perfección no existe, no existe en los demás, y muy lejos está de mí, más aún si persisto en esto. Lo que si es real es el equilibrio, tolerancia, aceptación.

Excelencia sí, arrogancia no.

Quizás perfección… pero sólo en el encuentro de dos imperfectos, hechos uno para otro.

lunes, 2 de junio de 2008

Racionalizo

Pienso bastante, mucho, demasiado ... y constantemente.
Inevitablemente mi carácter y crianza, nunca educación, me llevaron a hacerlo, yo solo a ejercitarlo, y lejos está de perfectible.
La observación y fijación en los mínimos detalles, me persigue, me complica, y peor.. lleva al juicio... este sí causa problemas, limita.. como en cualquier contexto, impide la visión integral... mejor escrito prejuicio, parcial e inexacto... aunque debo decir en mi defensa que tiene sus beneficios hacerlo regularmente.
Describiré para que entiendan como funciona esto de racionalizar (no pensar, ni razonar, menos racionar... nada que ver).
Empieza con el estímulo, daré un ejemplo cotidiano (veo una mujer que me llama la atención), si mujer fuera con mirada despreciativa la escanearía de abajo hacia arriba... mujer no soy...por lo tanto más bien la veo como un todo, digamos que "le saco la foto".
En mi cabeza realizo la segunda etapa del proceso: las asociaciones; uña corta por ejemplo se asocia a comerse las uñas hábito de gente nerviosa... en general termina ahí... pero si peligrosamente sigo y hago un juicio podría deducir (equivocadamente) que es inestable emocionalmente... algunas veces deliberado, otras veces involuntario, claramente algo de lo que no me enorgullezco.
Así podría discurrir sobre peso, talla, pelo, manos, maquillaje, ropa, andar y gestos en general... lo considero separadamente o en el contexto de esa persona... lo enmarco, lo limpio lo tomo en consideración o no... y luego descanso, se a pasado la compulsión... me relajo... Lo mismo con el comportamiento... asociándolo a niñez, traumas, rollos varios, asuntos no resueltos, família...
¿Porque lo haré? Creo que por el impulso de hacerlo, no me creo ni me pongo a la altura filosófica, pero tal cual considero mi filosofía... manera de ver y pensar las cosas... ¿Qué puedo hacer? Eso sí no se sientan observados, o juzgados, aunque suene raro a quien quiero o amo lo quiero tal cuál es.. los adoro, y no los quería si no fueran como son.
Progresivamente intento deshacerme de ese impulso, pero los vicios profesionales no ayudan y lo reconozco que es muy chistoso, base de mi ironía que a mi y a varios divierte.
Entonces en vez de normalmente racionar (pensar con el objetivo de llegar a un fin o conclusión), racionalizo (reduzco a normas o conceptos racionales... es decir empadrono... pongo márgenes, comparo)... y sobretodo aunque la conjugación de racionalizar no existe... digo que racionalizo pues... ¿Comienzo de nuevo?

Esto si que es etéreo... ¿No?

domingo, 1 de junio de 2008

Primera

El último año ha sido un proceso de cambio y transformación. Visita a los rincones más recónditos de la memoria y conciencia. No con la eficiencia esperada, aunque todo indica que si fue efectivo. Los resultados están por verse a largo plazo y los primeros efectos ya los he sentido y repercuten en el día a día, me da esperanza de algo y alguien bueno. Por otro lado el camino sigue, también los cambios y de eso vengo a hablar hoy, de alguien inesperado que me hizo ver algo en mi, me descolocó, me ayudó y complicó.
La encuentro en un mundo que desaparece al apretar el botón rojo de "Windows", lentamente se adentra en el mío, se conecta, y tal como virus se multiplica, está en más de un archivo, muta y se apodera. Lo distinto es lo fundamental.
Nunca he pensado encontrar alguien tan perceptiva, detallista y precisa en sus comentarios, alegre, niña, de alcurnia. Logra en igual medida sorprenderme e incomodarme con comentarios acertados y ocurrentes, no molesta, me sorprende que en tan poco tiempo sepa cosas de mi o detalles de mi personalidad que seguro los notaría mas tardíamente. Se sale con la suya, por ahora, tiene parte mía apoyándola, toda una barra...
En este momento me debato entre el beso y la espera, entre señales divergentes, peor ahora... racionalizo como ella...belleza, vitalidad, sonrisa, complicidad... giro... mi estilo de vida, mis defectos, una inseguridad que no sé porque está o de dónde viene... y lo de siempre la poca paciencia y escasa tolerancia al fracaso que me apuran a decidir...
¿Que querrá ella? No me doy cuenta? Será ella como dice ser? Poco expresiva? O yo muy cauteloso? O sólo correcto? Ambos tercos? Orgullosos?
Si esto es interacción dame más, reacciona, da tu brazo a torcer, ambos debemos rendirnos, perder y ganar... ¿No? Un paso a una trampa?... quizás... pero estoy dispuesto a caer contigo...
Ahora espero un gesto, una señal, o tomaré una decisión, por ambos.. pensando y meditando ya sé qué necesito.. qué quiero ahora... eres la primera post-transformación.

Nos estamos hablando.